viernes, 24 de julio de 2009

ELEGÍA PARA UN INVIERNO TEMPRANO

Este invierno temprano que llegó de repente;
con el lozano impulso de un viento muy feroz,
nos abraza en el fondo, de una brisa caliente,
en la humilde cabaña que se empina precoz.

El susurro en la noche suena como un silbido;
que va dejando voces de cánticos humanos,
son notas refulgentes de sin igual sonido
que entonan como un himno sus cantos gregorianos.

Y tu mi fiero invierno, que naces desde el norte,
no pediste permiso para hacer que soporte
la tempestad gallarda que nos hace temblar.

Apareces de pronto sin enviar tu aviso,
como los imprudentes que no tienen permiso,
y asoman la cabeza aun sin preguntar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario